El ocaso de un sueño de más de 2000 años

El ocaso de un sueño de 2000 años…

Buscando un nuevo camino para llegar a Dios.

 

Si alguna vez visita Montevideo, no deje de visitar la Catedral de la ciudad. Ubicada en la parte más antigua de la capital de Uruguay, más conocida como Ciudad Vieja, la hermosa Iglesia se luce, majestuosa e indiferente a todo lo que ocurre a su alrededor.

Símbolo de un sueño que tiene más de 2000 años la edificación religiosa, aunque no lo manifieste, comparte la ansiedad y el nerviosismo de casi 1200 millones de fieles y 410.000 sacerdotes católicos que esperan fervorosamente la llegada un nuevo líder para su fe.

La famosa frase latina Habemus Papam volverá a resonar muy pronto en el Estado del Vaticano y el mundo entero se conmocionará; sin importar su religión, ante la llegada de un nuevo Pontífice.

 

Un nuevo Papa para un planeta innovador

 

 

Si bien el Papa había manifestado su voluntad de dimitir en una entrevista que fue concedida a un periodista católico alemán, Peter Seewald y reproducida el año 2010 en su libro “Luz del Mundo: el Papa, la Iglesia y los Signos de nuestro Tiempo” muchas son las dudas que sobresalen sobre el motivo de su renuncia.

Los defensores del Papa explican a la vez que la causa real de su renuncia no han sido su salud y edad, sino las terribles luchas por el poder al estilo Borgia que se estaban dándose frecuentemente en el Vaticano, así como las permanentes intrigas que obstaculizaron todos sus intentos de limpiar la Institución. A esto, debemos agregarle las permanentes transformaciones que las sociedades van teniendo y que la Iglesia se niega acompañarlo que llevaría al sumo Pontífice a dejar en manos más firmes que la suyas la resolución de dichos problemas.

 

Tenga en cuenta:

1- La Iglesia Católica Romana es la religión cristiana más grande del mundo con membrecía de más de mil millones de personas

2-El centro del catolicismo actual es el Vaticano, en Roma (Italia).

3-El Papa es el líder máximo de toda la Iglesia Católica.

 

Recuerde:

 

La Iglesia católica se ve a sí misma y se proclama como la encargada por Jesucristo para ayudar a recorrer el camino espiritual hacia Dios ,autodenominándose la verdadera Iglesia.

Además, se concibe a sí misma como la única Iglesia fundada por Cristo, y por tanto, la única auténtica frente a las demás iglesias y denominaciones cristianas que han surgido históricamente después de ella.

Considera además que tiene encomendada la misión de elaborar, y propagar la enseñanza cristiana, así como la de cuidar de la unidad de los fieles. Es una estructura jerárquica encabezada por Cristo, que se sirvió de los apóstoles, y que en la historia posterior ha ejercido su autoridad mediante sus sucesores: el Papa y los Obispos.

 

En los últimos tiempos, esta antigua Institución va perdiendo adeptos, así como también en muchos países, los sacerdotes han comenzado a temblar ante la pérdida de la fe que se va lentamente escurriendo entre sus feligreses. Los líderes del catolicismo no están respondiendo a las necesidades de sus adeptos, están alejados de las personas, mientras que otras sectas y creencias religiosas están recibiendo a esta decepcionada comunidad religiosa con los brazos abiertos. La fe cristiana católica, que en otros tiempos proveía de espiritualidad a muchas personas, está en evidente decadencia, y otras nuevas ideologías muchos más adecuados a los tiempos que corren se roban a los creyentes. Muchos seminaristas abandonan con más frecuencia que antes los institutos de formación católica, muchos obispos y sacerdotes también cuelgan los hábitos por diferentes causas, otros viven en permanente violación a las normas eclesiásticas mientras que se hace evidente la escasez de clérigos para atender eficazmente los numerosos templos que están desperdigados por el Mundo. En el Vaticano parece que están más preocupados por el aborto, los matrimonios entre homosexuales y el uso de métodos anticonceptivos que por los millones de seres humanos que mueren anualmente por factores de diferente índole. (enfermedades, guerras).

Mientras tanto, el Vaticano se está transformando cada vez más en el reflejo idéntico de la propia decadencia del sistema social: Pederastas, hijos ilegítimos y corrupción económica parecen resaltar con fuerza entre los clérigos. Nada muy distinto al mundo en el que vivimos actualmente.

Los fieles ya no se sienten felices en una iglesia que interviene constantemente en cuestiones del mundo, olvidando aquello que jamás debió perder: la espiritualidad, el amor al prójimo, cosas que tanta falta hacen a las personas en el siglo en que vivimos. Y entonces, cobran cada vez más fuerza esas innovadoras creencias que felizmente arrastran a sus fieles y los tragan como un remolino.

 

La incógnita del Futuro.

 

Muy pronto habrá un nuevo Papa, ya hay varios nombres en cuestión. Seguramente, cada uno de ellos estará rezando cada día por ser el elegido, y Dios escuchará pacientemente sus rezos pensando en que se equivocó.

El mundo está expectante, y América Latina se prepara también para esta nueva era que va a comenzar. Sin embargo, el Vaticano ya no es el referente que fue tiempo atrás, su popularidad e influencia va mermando, a medida que la educación y el protagonismo social y político de este continente crece. América Latina brilla en el Mundo como una potencia que va despertando con rapidez, lejos han quedado los espejitos de colores.

Según Marta Lagos, directora de Latino barómetro, empresa encuestadora con sede en Chile, que mide la opinión pública en 17 países de América Latina, la Iglesia Católica viene perdiendo adeptos rápidamente. Todavía, sin embargo, nuestra región sigue siendo la más católica del mundo, con un 40 %de los más de 1 000 millones de católicos del planeta.

Pese a todo esto, en muy poco tiempo, habrá un nuevo Papa en el Mundo; para muchos un nombre más entre todos los jerarcas que esta Institución ha tenido desde su nacimiento.

Y quizá como nunca en la historia de la humanidad la conducta y las actitudes del próximo Pontífice determinarán el futuro de la Iglesia, así como la permanencia o el abandono de muchos feligreses que no desean más de lo mismo.

Muy pronto, veremos si el catolicismo renacerá como lo hizo el Ave Fénix, o se transformará en un conjunto de creencias religiosas similares a todas las que surgen cada vez con mayor frecuencia en este complejo mundo. Habrá que esperar, solo el tiempo lo dirá.

 

Sheina Leoni -davidlee@adinet.com.uy -uruguay@fatla.org

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