Montevideo, junio de 2014
De mi consideración:
Mi nombre es Sheina Leoni, soy docente y escritora en Uruguay; poco conocedora de fútbol, deporte que he dejado de seguir especialmente en los últimos años, al observar la decadencia moral en que se está sumergiendo gradualmente el llamado, por algunos, “DEPORTE REY”
Decadencia, que queda debidamente comprobada ante la extrema sanción que se otorgó al jugador uruguayo Luis Suárez, por el suceso ampliamente conocido.
Considero fervientemente que quien viola las normas debe ser castigado, pero con justicia y equidad, lo que significa midiendo a todos con la misma vara, respetando el antiguo pero siempre vigente principio aristotélico de justicia:”Dar a cada uno lo que le corresponde según lo que ha hecho”
Eso parece olvidado en este deporte, y muy principalmente en el Mundial 2014, sino, ¿Cómo explicarían la cantidad de golpes, insultos, malos tratos que se han dado en el mismo, dignos de admiración y envidia por los viejos gladiadores romanos, con la salvedad de que estamos en el siglo XXI?
Si observamos una definición de deporte, vemos que La Carta Europea del Deporte lo define como: Todas las formas de actividades físicas que mediante una participación organizada o no, tienen como objetivo la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición de todos los niveles».
Una vez más me pregunto cuántos de estos enunciados se están cumpliendo en la actualidad. Como docente me cuestiono, una y otra vez, que les digo a mis alumnos cuando observan la violencia y la falta de respeto, sumada a la corrupción oculta (y no tanto) que es cada vez más visible en el deporte más movilizador del Mundo
Y me pregunto cómo ser humano, que ganancia puede tener esta actividad y quienes lo organizan al sancionar de esta manera injusta y terrible al jugador en cuestión ;la que puede llegar a destruirlo totalmente, no solo deportivamente, sino como ser humano.
Una persona que supo llegar desde la más humilde posición hasta ser uno de los más grandes jugadores del mundo. Si, señores, uno de los más grandes jugadores del mundo salió de URUGUAY, un país en poco más de 3 millones de habitantes
Cometió un error, ya lo sabemos, claro que debe ser castigado por este, pero de una forma adecuada y coherente, como dijimos anteriormente. Caso contrario, debería aplicarse la misma medida a todos los jugadores y participantes del fútbol, incluido los integrantes de la mencionada Organización.
Ojalá, vuelva la cordura, y podamos volver a decir: ¡Larga vida al Rey!...por ahora, está en CTI.
Profesora Sheina Leoni.
URUGUAYA
Montevideo –Uruguay.
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