Ser heterosexual en la comunidad LGBT.
Luchemos contra la discriminación
Llegó el momento…
Finalmente iba a conocer a la pareja de mi alumno. Durante varios recreos el solitario joven del liceo nocturno en que trabajaba en la mitad de los años 80 me había contado prácticamente todo lo que hacía en su vida actual y lo que pensaba estudiar en el futuro. Favorecía tal plática la similitud de edades, así como mi gusto por quedarme en el salón en esos momentos de descanso.
Y una de esas noches comenzó a hablarme de “su pareja “Nunca le dio un nombre, ni marcó un sexo, simplemente me contaba los maravillosos fines de semana con ésta persona y sus dos pequeños hijos patinando en la rambla. Eludía automáticamente cualquier pregunta que yo hiciera y que el no quería responder.
Hasta que llegó la oportunidad en que su pareja manifestó interés en conocerme, y una fría noche de invierno a la salida del turno decidimos encontrarnos.
En esos años, desconocía casi todo de las personas gays, por lo quedé ampliamente sorprendida cuando Sergio (nombre ficticio) se acercó a un auto que estaba en la puerta del liceo y volvió con un señor de mediana edad al que presentó como “su pareja”
Al instante, dos pequeños niños abrieron la puerta del vehículo y corrieron al lado de quien supuse era su papá y tomándolo de la mano, me sonrieron. La familia estaba completa.
El frío acuciaba aquella noche de junio, así que decidimos tomar un café en el bar que está frente de la Institución, y hablamos de diversos temas, entre las cuales me dieron un curso intensivo de la llamada “cultura gay”, que me sirvió muchísimo en años venideros.
Pero principalmente, fue surgiendo un profundo respeto hacia esas personas al oír todas las cosas que ellos me contaban.
Era una familia feliz, como cualquier otra, disfrutaban los cuatro juntos, y si alguien nos miraba con curiosidad, no parecían notarlo. Yo tampoco.
Años después, me encontré de pasada en un ómnibus con mi ex alumno y me contó que se había recibido de sicólogo tal como soñaba. Quedamos en encontrarnos para ponernos al día, aunque la falta de tiempo lo ha impedido hasta el momento, pero es algo que nos quedó pendiente y lo vamos a realizar en cuanto coincidan nuestros horarios... No mencionó a su compañero de aquellos días, por lo que decidí postergar la pregunta para próxima reunión.
La segunda vez que alguien me dio indicios de que era gay fue también en un recreo de otro liceo nocturno; fiel a mi costumbre de quedarme esos momentos en clase, un alumno se acercó y me contó que era el bailarín principal de una importante una revista musical del medio (nunca comentó cual era) y que lo querían probar en Buenos Aires. Estaba indeciso ya que su familia, de gran riqueza y renombre en nuestro país, lo amenazaba con desheredarlo si se daba a conocer. Analizamos juntos los pro y los contra de tal decisión, hasta que un día me trajo las fotos de su trabajo artístico y vi la felicidad que embargaba su rostro al realizar esa actividad. Pero en la década de los 80 era lapidario que un muchacho se vistiese con plumas de colores y zapatos de taco fino.
Nunca supe que había decidido, pero sus compañeros me contaron hace dos años que lamentablemente había fallecido de sida.
Esos dos momentos, más la problemática que tenían muchos alumnos gays en el sistema educativo reinante, fueron claves para decidirme a participar activamente en una concientización social sobre los derechos de las personas LGBT.
Comprendí que ya no iba a poder mantenerme al margen , pero para eso , debía seguir informándome la realidad sobre el tema, así lo hice y continuó haciéndolo , apoyada siempre por amigos y alumnos que fui conociendo en estos 30 años desde que ese primer joven confió lo suficiente en mi como para presentarme a su compañero.
¿Qué aprendí en estos años?
Muchísimas cosas, principalmente que los integrantes de la Colectividad LGBT deben poseer necesariamente los mismos derechos (y deberes, por supuesto) que los heterosexuales .No hay ninguna razón para que no los tengan, y es un obligación moral y jurídica concedérselos...
Aprendí que no alcanza con la proliferación de leyes si la sociedad las desconoce o no las cumple, las sanciones deben ser duras para aquellos que no respeten sus enunciados. En esto, creo que estamos en el buen camino .Los derechos deben ser protegidos, y lo deberes cumplidos. Todos por igual.
Comprendí que, ser tolerante no es lo mismo que ser respetuoso.
La tolerancia implica aceptar a los individuos, porque no queda otro remedio. El respeto, es la autoconvicción de que las personas merecen ser miradas como nuestros iguales, sencillamente, porque lo son.
Pero fundamentalmente, clarifiqué una diversidad de conceptos e ideas sobre la colectividad LGBT que por ignorancia o prejuicios, desconocía. Y aquí, comparto algunos.
1- Falso. Ser homosexual es anormal.
Realidad: Ser homosexual es una orientación sexual, ni más ni menos que eso. No tiene nada que ver con la normalidad o anormalidad. La homosexualidad no provoca
“anormalidades” psicológicas o físicas, ni es causada por ellas. Ser homosexual, ser heterosexual, ser bisexual, etc , no indican enfermedades de
ningún tipo , simplemente, indican una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otras personas, del mismo o diferente sexo.
2- F: Si es una “opción” sexual, puedo elegir otra.
Realidad: La orientación sexual no es una opción deliberada ni una elección que pueda modificarse por pura voluntad. Yo no puedo dejar de ser
heterosexual, los gays tampoco pueden dejar de serlo, es lo que nos tocó a cada uno en la vida, nos guste o no. Nadie puede cambiarnos.
3- F:La homosexualidad es producto de una mala crianza o por familias disfuncionales.
Realidad: Los gays y lesbianas, igual que los heterosexuales, crecen en todo tipo de familias. Ninguna investigación ha logrado establecer un
vínculo entre la homosexualidad y los conflictos familiares. Como vimos, no depende de la socialización, entonces no podemos asociar la orientación sexual a la educación familiar.
4- F: Los homosexuales no tienen parejas estables.
Realidad: Existen muchísimas parejas homosexuales duraderas. En este sentido,
no hay diferencias con las heterosexuales. La
necesidad deformar pareja, de sentirse amado, de construir una familia, es compartida por todas las orientaciones sexuales en general. Además, se enfrentan dificultades similares
a la hora de construir una relación que perdure muchos años. La época a actual, con su imposición de inmediatez y variabilidad no contribuye demasiado a la estabilidad en casi ningún
aspecto...
5-F: Los homosexuales son más promiscuos que los heterosexuales.
Realidad. Tampoco en este sentido hay diferenciaciones. Los homosexuales pueden ser tan promiscuos como
los heterosexuales, la orientación sexual no es causa de este tipo de situaciones personales. Nosotros somos los dueños de nuestro destino.
La homosexualidad dejó de ser considerada una perversión y un trastorno psicológico desde 1973, cuando fue eliminado del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, documento de referencia para la mayoría de los psiquiatras y psicólogos clínicos del mundo. También hubo cambios en la transexualidad, el órgano directivo de la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) publicó en mayo de 2013 el Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales y en él, junto a otras modificaciones, ha desaparecido el término "Trastorno de la Identidad de Género",
El manual solo conserva la "disforia de género", o la angustia que sufre la persona que no está identificada con su sexo masculino o femenino.
6 -F. Los homosexuales “acosan” a gente de su mismo género.
Realidad: Los acosadores y los violadores son, en su mayoría,
heterosexuales. Y así como a las mujeres heterosexuales no nos da lo mismo cualquier hombre, a una chica lesbiana o chico
gay no les gustan ni todas las mujeres ni todos los hombres respectivamente. Particularmente, tengo excelentes amigas lesbianas, y jamás hubo un gesto desubicado por su parte, somos
amigas y siempre supieron respetar esa amistad. Al igual que lo hacen mis amigos heterosexuales.
7- F: Una buena terapia puede “convertir”
a un homosexual.
Realidad: Todos los intentos llevados a cabo, especialmente en la década de los 50, por “convertir” a los homosexuales
han sido inútiles .El objetivo de la psicoterapia es ayudar a la persona y a su entorno a asumir sus deseos y convivir con los mismos, no a transformarlos según los parámetros sociales.
Aceptarnos como somos, y vivir con dignidad y autoestima, esa es la cuestión principal. No podemos cambiar algo que es normal, aunque todavía existen estafadores que editan libros o plantean técnicas para lograrlo.
8- F:Todos los hombres homosexuales son afeminados ,todas las mujeres lesbianas son “machonas”
Realidad: Es cierto que algunos gays representan el estereotipo del homosexual afeminado, pero esto también se da en algunos hombres heterosexuales. La realidad es que la mayoría de los hombres gays son difíciles de distinguir de entre otros hombres, debemos dejar de lado definitivamente prejuicios que solo retroalimentan estereotipos inútiles. . En estadísticas corroboradas en todo el mundo muestran que 1 de cada 10 personas es gay. O sea que hay muchísimas personas. Y los hay desde médicos y enfermeras, hasta pintores, ingenieros, profesores… La orientación sexual no puede ser un estigma, es hora de aprender a distinguir las condiciones personales de los seres humanos ignorando rasgos que no son importantes para las relaciones humanas.
9- F: El VIH/sida es una enfermedad de las personas gays.
Realidad: Terrible error. El VIH/sida no es una enfermedad de las personas gays. La transmisión del virus está ligada a conductas específicas de alto riesgo en las relaciones sexuales que no son exclusivas a ninguna orientación sexual en particular. En Estados Unidos, los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres constituyen el grupo con mayor índice de infecciones. Sin embargo, a nivel mundial, la principal vía de contagio del virus son las relaciones heterosexuales. El sida puede prevenirse si actuamos con racionalidad y respeto hacia nosotros mismos, sin importar la orientación sexual
10- F. Los homosexuales son malos padres
Realidad :Los estudios sobre los hijos de padres homosexuales han demostrado que el hecho de tener padres gays o madres lesbianas no tiene efectos adversos ni psicológica ni socialmente para los niños Las parejas del mismo sexo pueden ser tan buenos padres como las del sexo opuesto. Son mitos creer que los niños tienen mayor probabilidad de ser gay por la orientación sexual de sus padres, así como creer que los padres gays abusan sexualmente de sus hijos. Los niños gays nacieron en familias heterosexuales y no se contagiaron, pensar lo contrario es absurdo. Tengo maravillosas familias homoparentales amigas y no he visto nada extraño en la relación familiar, es un placer visitar a tales amistades.
11- F: A los homosexuales les obsesiona el sexo, más que a los heterosexuales
Realidad: En realidad, el tema sexo ocupa un lugar más destacado para los hombre que para las mujeres, y ello es independientemente de si son homosexuales o heterosexuales. El comportamiento sexual tampoco se relaciona con la orienta sexual, cada a uno actúa como cree debe actuar, de acuerdo a sus características personales y a como la sociedad influye sobre él.
Venciendo estereotipos.
La atracción y la actividad homosexual son perfectamente naturales. El ser homosexual es parte de la identidad de una persona, igual que el color de sus ojos, o la forma de sus labios. Nos aprende ni se contagia, como tampoco la heterosexualidad.
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que la homosexualidad no era una enfermedad mental. Ya antes, desde 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría la había descartado de su lista de trastornos mentales. Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años para que, en el 2005, más de 40 países del mundo celebraran el 17 de mayo como el Día Mundial contra la Homofobia, para denunciar y erradicar la discriminación en contra de la comunidad LGBT. Las cosas han cambiado, pero todavía hay mucho camino por recorrer. En muchos países del mundo se sigue considerando a la homosexualidad como ilegal y en varios países la castigan con pena de muerte. En la medida en que erradiquemos prejuicios y mitos que existen alrededor de la homosexualidad, se podrá vivir en un mundo mejor. Y mucho más respetuoso.
Quizá, si no hubiese sido por aquel joven que decidió elegirme como su confidente para contarme cosas tan importantes como la constitución de su núcleo familiar, yo también hubiese adquirido esos prejuicios que imperaban por aquellos años, o sencillamente, me hubiese mantenido al margen del tema como hasta ese momento.
Y lo más penoso: me hubiese impedido conocer a personas tan admirables y queribles con las que hoy frecuento, me hubiese perdido de verdaderos y valiosos amigos. Seguramente, mi vida no hubiese sido a la misma, si aquella extraña noche no hubiese escuchado lo que este alumno me quería decir.
Ayudemos a otras personas a vencer los prejuicios y la discriminación, hacia ésta u otras minorías sociales.
Aprendamos a ser respetuosos de la diversidad, y disfrutemos cada día del efecto enriquecedor de las diferencias personales.
Nos seamos egoístas, contribuyamos diariamente a la inclusión social de tod@s las personas, veremos que vale la pena; para la sociedad, pero fundamentalmente para nosotros mismos. Vivamos, y dejemos vivir, esa es la cuestión principal tantas veces repetida. Es hora de hacerla realidad.
Profesora Sheina Lee Leoni Handel
Integrante de Agrupación Diversidad Colorada.
Año 2015.
http://www.mdp.edu.ar/psicologia/cendoc/archivos/Dsm-IV.Castellano.1995.pdf
http://www.movilh.cl/biblioteca/textos-internacionales/
http://www.oas.org/dil/esp/orientacion_sexual_Principios_de_Yogyakarta_2006.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Principios_de_Yogyakarta
Profesora Sheina leoni
Integrante de Agrupación Diversidad Colorada
Año 2015
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Jorge Ramirez (jueves, 15 octubre 2020 20:09)
Buen testimonio para que los heterosexuales miremos con Respeto a la comunidad LGBT. Gracias